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BZZZZ Z*

  Imagina que eres una mosca doméstica y que te llamas O, por ejemplo (nosotras nos ponemos nombres cortos para ahorrar tiempo). Supón, O, que asumes tu naturaleza díptera y eres consciente del rol que te ha tocado vivir, por lo que no puedes hacer otra cosa que seguir tu instinto sin más. Desde ahora, las horas que pases despierta (entre la siesta y el descanso nocturno dormimos unas dieciséis horas diarias) las vas a dedicar al sexo, a poner cientos de huevos, a revolotear por la basura, a succionar azúcar y excrementos, a frotarte las patitas y a buscar la temperatura adecuada en las fuentes de otros organismos con la sangre caliente; tarea que harás sin ánimo de molestar, naturalmente. Aunque debes saber, O, que esa constante búsqueda de calor, a las moscas nos resulta doblemente agotadora, pues todos los seres que lo transmiten, además de tenernos manía persecutoria, encuentran harto desagradable tanto nuestra insistencia como nuestra misma existencia. De ahí su afán por aplasta
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PRIMER PREMIO EN EL V CONCURSO DE MICRORELATOS DE MANISES

  Muy contento de haber recibido el primer premio en el  V CONCURSO DE MICRO RELATOS MANISES 2021 en la modalidad de castellano (en la categoría de mayores de edad, claro) y muy agradecido al jurado y al equipo de cultura del ayuntamiento de Manises. Invitado al acto como finalista, la noticia fue una sorpresa. https://www.mundoarti.com/magazine/noticia/fallado-el-iv-concurso-de-micro-relatos-manises-2021/ CASA DE CULTURA, MANISES CASA DE CULTURA, MANISES

MI PEQUEÑA Y DULCE SANDÍA

  F ue en Salou, durante las vacaciones del ochenta y dos, donde pasé las últimas y más efervescentes semanas de mi vida junto a Jeanette. Ese año, incomprensiblemente, nuestros padres dejaron de pedirnos explicaciones y se quitaron de encima la responsabilidad (que tan pesadamente parecían cargar todos los veranos) de ejercer de celosos carceleros de sus dos hijos, entonces adolescentes; apenas nos echaban en falta, salvo cuando se quedaban sin tabaco o cerveza fresca, y solo nos buscaban para que fuéramos a comprar al bar del camping o cuando, en mitad del aperitivo —abochornados, pero jocosos—, caían en la cuenta de que habían empezado a comer sin nosotros (de pronto, me parece escuchar la voz de mi madre surgiendo entre las risas y el sonido de los chapuzones de la chiquillería en la piscina: «¡¡Javi, Jeanette, la paella está en la mesa!!»). Lógicamente, estábamos encantados de verlos tan felices y despreocupados, y más aún, de sabernos libres y enamorados.

Finalista en el concurso de relatos Sueños de Gloria

Un placer haber quedado de nuevo en  la selección de los 10 relatos finalistas que optaban a los premios del concurso   #SueñosdeGloria   patrocinado por Iberdrola.  Han sido  más de 400 textos  presesntados. El jurado de esta edición está formado por los escritores Juan Eslava Galán, Juan Gómez-Jurado, Espido Freire, Paula Izquierdo y la agente literaria Palmira Márquez. https://www.zendalibros.com/seleccion-del-concurso-de-relatos-suenosdegloria/ Y aquí el ganador y los dos segundos: https://www.zendalibros.com/ganador-y-finalistas-del-concurso-de-relatos-suenosdegloria/

OPERACIÓN DRAGÓN

Mientras rebuscaba en el césped su diente, y se sorbía la sangre de las encías, Lee, pensaba que aquella «hostia» se la tenía bien merecida, tanto o más que los dos tortazos que, sorpresivamente, y de manera real, le propinó su maestro de artes marciales siendo él todavía un mocoso con pretensiones de heroico adolescente, después de que se mofara cruelmente de «Pequeño bolo», el alumno menos notable de la clase. Entre este decisivo acontecimiento y el que terminaba de ocurrir, habían transcurrido una decena de años, durante los cuales, ni el más audaz de sus rivales había sido capaz de mojarle la oreja — tanto en el tatami como en la ficción — , y en los que Lee, siempre intentó mantenerse fiel a la máxima de su viejo maestro: «Cuando entiendas que ganar no implica humillar, habrás alcanzado la gloria». Por todo ello, el joven karateka, estaba absolutamente convencido de poder abanderar sus principios por todo el mundo y de ser un digno merecedor de tal honor. Hasta ese preciso día.

VIOLETA ESTÁ BAJO LA SOMBRA DE MI PARRA

    Ya desde bien chica me gustaba pensar que Violeta se marchó de este mundo para dejarme su hueco. Quiso la casualidad, y mi vieja , sobre todo, traerme a esta vida el mismo día y a la misma hora que ella decidió abandonarla. Pero no fue esa coincidencia, ni el hecho de que después me pusieran de nombre Violeta, en su honor, o que ella se apellidara Parra, que era donde yo siempre estaba, ni que, a la que tuve tacto para distinguir las cuerdas de una guitarra, y maña para afinar un poquito las de mi garganta, me lanzara a las calles de Lautaro a cantar sus canciones y a darle, con sus versos, las gracias a la vida. No, es verdad que son muchas casualidades, aunque no suficientes razones para sentirme dueña de su espacio.       Hoy, aquí, todas sabemos quién fue ella y lo que hizo con aquella grabadora y su charango, lo que dejó por hacer con los pinceles y la pluma y, como no, lo que no le dejaron hacer por mucho que apretara y levantara el puño. Yo era una renacuaja cuando mi vi

GRACIAS, DON ABELARDO

  Aún hoy, medio siglo más tarde, me pregunto qué fue de don Abelardo. De él conservo los momentos más dulces y coloridos de aquellas frías y tediosas horas de colegio, y sus clases son las únicas que rememoro en tecnicolor; las demás, siempre las recuerdo amargas y en blanco y negro. También atesoro los consejos más valiosos, que, por esos años, lo mismo que tantísimas cosas, solían escasear. Pero por encima de todo le debo lo que hoy soy, pues fue él quien abrió mi mente y me puso sobre el estrecho camino de los libres. Fue él quien de un golpe me quitó la tontería, literalmente, y quien, a su modo, me salvó de la segura servidumbre. Medio siglo ha pasado y le sigo debiendo las gracias, porque, aunque me duele decirlo, no encontré las palabras ni el valor para dárselas en persona cuando todavía estaba en el pueblo a punto de marcharse. Yo tenía trece años cuando dejé el colegio y me enamoré locamente de su hija Marijuli (los trece años de antes, no eran como los de ahora). No es